A continuación están mis notas, las notas de la evaluación continua de las diferentes aulas (la mía fue el aula 3), mi dedicación de horas semanal, una pequeña valoración personal, mi resumen del texto de referencia y las tres PEC (pruebas de evaluación continua).
Ahora que he llegado al final de las asignaturas obligatorias, puedo dar esta valoración personal general:
Si la asignatura es de psicología fundamental (como psicología del lenguaje), parece complicada y aburrida pero luego te sorprende para bien, aprendes cosas que no esperabas y te ofrece fundamentos para hablar con propiedad sobre las cosas. Todos los profesores de esta área sin excepción han mostrado una gran competencia, seriedad y dedicación.
Si la asignatura es de educación siempre serán principios sencillos expresados de manera lo suficientemente complicada como para hacerte dudar de ti mismo. Todos los profesores que me han tocado de estas asignaturas, así como sus textos de referencia, han sido muy poco didácticos, poco empáticos, distantes y snobs.
Si la asignatura es de ciencias sociales, a mitad de la asignatura te preguntarás si te están formando para ser psicólogo o para escribir el programa político de un partido de la izquierda populista. Salvo excepciones, han abundado los profesores con excesiva rigidez teórica, escasa capacidad para criticar sus propias concepciones y, en ocasiones, con comentarios y valoraciones sectarios (aplaudidos por los seguidores de la doctrina pero estigmatizantes y marginadores para los que piensan diferente).
Si la asignatura es de ciencias naturales, lo sabrás porque estudiarás un "texto Redolar" y harás PEC que se resuelven como si fueran puzzles, en las que es más útil saber utilizar la función de búsqueda de palabras clave que no asimilar conceptos y relacionarlos. Te encontrarás con profesores a los que ni se les puede discutir nada ni tampoco tienen excesivo interés en que discutamos y reflexionemos entre nosotros.
Dicho esto, para esta asignatura concreta he de decir que la profesora, Anna Martínez Álvarez, se tomó muy en serio una de mis reflexiones y la desarrolló, invitándome a proseguir con mi teorización mediante preguntas específicas y muy adecuadas. Una experiencia singular que, bajo mi punto de vista, debería ser lo habitual en una Universidad. Cabe decir que Anna mantuvo el nivel a lo largo de todo el semestre, ofreciendo siempre apoyo y bibliografía complementaria, siendo una de las mejores profesoras que me han tocado en la carrera.